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Todo lo que usted quería saber sobre RedIRIS…

Por Tomàs Baiget

Entrevista con José Barberá-Heredia (en la foto), director en Fundesco del departamento que gestiona actualmente RedIRIS, la red teleinformática nacional de I+D promovida por el Plan Nacional de Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico.

En los últimos años, IRIS es un término que, con distintas matices, se asocia a redes académicas y de investigación. Para exponer los principales aspectos de esta importante iniciativa del Plan Nacional de I+D, IWE entrevista a José Barberá, director de RedIRIS en Fundesco (Fundación para el Desarrollo de la Función Social de las Telecomunicaciones, de Telefónica).

Realmente IRIS, Proyecto IRIS, Programa Iris, ARTIX, últimamente la red IRIS; ¿son la misma cosa?
– Todas esas denominaciones hacen referencia a diferentes etapas por las que ha atravesado la iniciativa desde su concepción en 1985. En el momento actual el nombre correcto es RedIRIS (así, con siete letras todas juntas y las cuatro últimas en mayúscula) y designa la organización nacional de la red de servicios teleinformáticos del sector investigador español, es decir lo que se conoce como la red académica y científica nacional. El acrónimo inicial IRIS deriva de interconexión de recursos informáticos, nombre original del proyecto que en 1985 encargó la Secretaría de Estado de Universidades e Investigación (SEUI) a un grupo técnico de expertos que coordinó Fundesco.

O sea que la historia cuenta ya con más de ocho años de antigüedad, ¿podrías detallar cómo comenzó y cómo ha ido desarrollándose?
– En 1985, la SEUI quería unir en una red los centros de cálculo de las universidades. Por otro lado Fundesco, detectó la carencia y necesidad de una red que facilitase la labor de los investigadores para acceder a sistemas informáticos de otras instituciones, tanto en España como en el extranjero. La convergencia de ambos proyectos dio lugar a la realización del “Informe técnico sobre el Proyecto IRIS”, presentado por Fundesco a la SEUI en septiembre de ese año.

Las conclusiones técnicas de ese informe no arrojaron ninguna sorpresa. Se destacaba la gran variedad de sistemas informáticos existentes en la comunidad investigadora española y la creciente tendencia a la descentralización y autonomía por departamentos y grupos, y se indicaba la necesidad de implantar soluciones de comunicaciones “abiertas”, para hacer frente a la heterogeneidad del parque informático. En el fondo no se descubría nada nuevo: se trataba de ponernos en línea con lo que estaba ocurriendo en los países tecnológicamente más avanzados de nuestro entorno.

¿Qué pasó después?
– Pues ocurrió que los organismos de la administración responsables del sector I+D estuvieron elucidando bastante tiempo sobre cómo proceder. Una vez asumido el hecho de que había de contar con fondos públicos, el principal escollo estaba en encontrar una fórmula adecuada para establecer jurídicamente la red nacional. Este período se prolongó excesivamente, hasta mitad del 87; mientras tanto iban surgiendo en España iniciativas particulares, de la mano de redes y grupos de investigación internacionales: EARN, FAENET, EUnet

¡Si sólo fueron dos años…! ¿Cómo se salió de esa situación?
– En 1987 se estaba perfilando el primer Plan Nacional de I+D, que comenzaría efectivamente en enero del año siguiente. Ese plan proporcionaba el marco para destinar una partida específica a IRIS.

Sin embargo, no se encontraron entonces los mecanismos adecuados para constituir legalmente la red nacional. Como solución provisional, la SEUI y la DG de Telecomunicaciones, en representación de la futura Cicyt, acordaron con Fundesco que esta fundación gestionase el Programa IRIS durante los dos primeros años del Plan, con la idea de establecer una entidad jurídica propia en ese tiempo. La realidad demostró posteriormente que tal situación de provisionalidad se iba a extender más tiempo. De hecho ésto no ha variado: en 1992 Fundesco presta –por decirlo así– su entidad legal al ente “virtual” que es IRIS, mejor dicho, RedIRIS para ser exacto.

¿Cuál es, entonces, la realidad actual de RedIRIS y qué la distingue del Programa IRIS original?
– Lo que realmente caracteriza a RedIRIS y lo distingue de la etapa inicial, es la funcionalidad y el modo de actuación. Durante 1988‑90 el énfasis del Programa IRIS se puso en actividades para el fomento del uso de servicios de redes, con la idea de coordinar los proyectos existentes en redes y de implantar nuevos servicios teleinformáticos basados en protocolos OSI (open systems interconnection). Para ello el Programa proporcionó subvenciones de varios tipos: enlaces de datos, placas de comunicaciones para X.25, software de aplicación, proyectos de I+D, etc. Se partía de la idea de que la aparición en el mercado de productos OSI para los servicios de aplicación en los diversos sistemas era algo más o menos inmediato. Por otro lado, se pensaba que no era necesario establecer una red de transporte de datos para el soporte de las aplicaciones, ya que las redes públicas X.25 proporcionaban esa infraestructura.

Tras los dos primeros años se vio que la realidad era muy distinta. Por un lado los plazos para el desarrollo de OSI se alargaban más de lo previsto; únicamente había paquetes de mensajería electrónica X.400, con una gran proporción de software académico; el software comercial era poco atractivo, y muy caro en algunos casos. En cuanto a las redes públicas X.25, si bien ofrecían una conectividad inmediata para servicios tales como mensajería electrónica, resultaban insuficientes a la hora de soportar aplicaciones que requieren transferencia masiva de datos o conexiones remotas, debido –en muchos casos– a la falta de acceso a muchas redes de I+D mediante el interfaz o protocolo X.25. Además de esto los costes resultaban prohibitivos en conexiones internacionales.

Entonces, el cambio a RedIRIS parece indicar la puesta en marcha de una red real, ¿es así?
– Sí, en cierto modo así es. Bajo el término “RedIRIS” subyace como realidad la organización nacional de servicios teleinformáticos para la comunidad de I+D, soportados sobre una red de transporte propia, la red ARTIX (arteria IRIS X.25), basada en la misma norma de acceso que las redes públicas de paquetes de la misma tecnología, pero con enlaces dedicados, conformando una topología propia de mayor velocidad (actualmente 64 Kbps) y costes fijos. Esta red es la vía de salida a todas las redes de I+D internacionales, y sobre ella se soportan las aplicaciones de los usuarios de RedIRIS, mediante una variedad de protocolos de comunicaciones. En palabras sencillas: Artix es la red física por la que van los datos (bits) desde una máquina origen a otra de destino. RedIRIS es el servicio que convierte esos datos en información útil para los usuarios finales, bien sean estos personas físicas o procesos en un sistema. Por ejemplo: correo electrónico, acceso remoto a un host, transferencia de ficheros…

Además del servicio de transporte Artix y de los servicios de aplicación, hay otros servicios de información y ayuda al usuario, algunos de tipo general, otros específicos según la aplicación. Como procedimiento general de difusión sobre las actividades de RedIRIS está el Boletín bimestral que se publica en Fundesco.

¿Cuál es el alcance actual de Artix?
– La red de transporte tiene actualmente 10 nodos (Madrid; Valladolid y Santiago; Santander, Bilbao y Zaragoza; Barcelona y Valencia; y Sevilla y Tenerife) y 13 enlaces internodales de 64 Kbps, con una conectividad mínima de 2 (Madrid y otro nodo). A cada nodo acceden las diferentes instituciones de I+D afiliadas a RedIRIS, en función de su situación geográfica y con distintas velocidades de acceso que van de 4.800 bps a 64 Kbps. Los planes presentes prevén tener conectados a Artix, antes de finales de este año, todas las universidades y OPIs (organismos públicos de investigación) de nuestro país. Hay otros que acceden a Artix a través de Iberpac, bien como solución provisional hasta su inclusión en Artix, o bien por tratarse de centros o usuarios circunstanciales, para los que el uso de un enlace no fijo no justificaría la cuota frente al volumen de tráfico medido.

Desde el nodo de Madrid de Artix salimos a la red pan‑europea de transporte IXI (International X.25 infrastructure), promovida por Cosine (Cooperación europea para la implementación de sistemas OSI), que conecta las principales infraestructuras X.25 de las redes europeas de I+D. A través de IXI llegamos actualmente a otras redes, fundamentalmente a lo que constituye la Internet global, de alcance mundial para el sector de I+D.

¿Podrías dar algún detalle de la relación o conexión de RedIRIS y la Internet?
– Bueno, la realidad es que RedIRIS es parte integrante de Internet desde finales de 1990, prácticamente desde que se inició el cambio de Programa IRIS a RedIRIS. Como se sabe, Internet es una red de redes, todas ellas basadas en los protocolos TCP/IP, que, si bien comenzó en EUA con Arpanet, en la actualidad se extiende por todo el mundo. Desde 1990 hasta ahora, ha sido asombroso ver el crecimiento en España de instituciones de RedIRIS con acceso a Internet.

¿No has dicho que la tecnología X.25 de Artix es diferente de TCP/IP?, ¿cómo se explica esto?
– La explicación está en que Artix como infraestructura de transporte común para los servicios de RedIRIS, permite, por encima del nivel de red, diferentes protocolos de aplicación. En el caso de Internet el protocolo de red IP se “encapsula” sobre X.25. De este modo se tiene la red TCP/IP superpuesta a la infraestructura básica de Artix. Funcionalmente hay dos redes sobre una misma red de transporte. Esta solución, si bien no es óptima desde un punto de vista puramente técnico, es la solución más inmediata para hacer posible la coexistencia de OSI con TCP/IP. Y la eficiencia es aceptable: el encapsulamiento mencionado no supone más del 20% de redundancia por término medio.

Esta situación se extiende a redes de otras tecnologías. Sobre Artix, además de OSI y TCP/IP, también se soportan algunos protocolos particulares, por ejemplo DECnet de Digital, cuyas aplicaciones las emplean los usuarios de física de altas energías (FAEnet).

Has mencionado FAEnet, que era uno de los grupos existentes al poner en marcha el Programa IRIS. ¿Qué ha pasado con este grupo y otros similares?
– La evolución de esos grupos ha sido diferente. Los usuarios de FAEnet llegaron a un acuerdo con RedIRIS para que la red nacional incluyera el servicio DECnet para la comunidad de altas energías y otros grupos relacionados. De este modo RedIRIS ofrece DECnet como uno de los servicios de aplicación, para los usuarios mencionados.

En cuanto al grupo español de EARN, sustituyó la mayoría de sus primitivos enlaces BSC de IBM por otros X.25 de Artix. Sobre esta misma red, o bien sobre la red IP de RedIRIS, los usuarios de EARN transportan sus protocolos (conocidos como NJE), y en uno de sus nodos que actúa de pasarela convierten su correo particular a mensajería X.400, que es el servicio de correo preferido e impulsado por RedIRIS. A diferencia de los grupos de altas energías, la gestión de los protocolos NJE la realiza el grupo EARN al margen de la responsabilidad de RedIRIS.

Por último, EUnet se ha independizado totalmente de RedIRIS mediante la creación de una organización propia: la Asociación Española de Usuarios de UNIX (UUES), cuyos usuarios están, principalmente, en el mundo empresarial. A pesar de ello UUES y RedIRIS colaboran compartiendo infraestructura de transporte común y permitiendo la interconexión de ambas redes.

¿Cuál es el número actual de usuarios de RedIRIS?
– El número de usuarios finales (individuos) es difícil de determinar. Ten en cuenta que la estructura organizativa de RedIRIS es del tipo “federativa”. Con esto se indica que los servicios de la red nacional se prestan a las instituciones usuarias en plan “mayorista”, utilizando para ello componentes o interfaces de acceso que separan lo que es responsabilidad de la red nacional de lo que compete a cada centro, con sus redes internas y procedimientos propios de gestión de servicios. Este modelo se ha establecido por motivos de pragmatismo y de eficacia. Es una fórmula que combina en la proporción adecuada lo que es una coordinación global con la autonomía de las instituciones usuarias. Luego resulta curioso ver algunas reacciones de éstas. Por ejemplo, Spritel, ganadora del trofeo europeo a la mejor tecnología de la información, que en incluye como uno de “sus” servicios recientes el de Telpad para acceso a Internet, cuando ésta es una facilidad complementaria establecida y gestionada por RedIRIS para la conversión entre protocolos XXX/Telnet, destinada a usuarios que quieren acceder a Internet y no disponen más que la vía de las redes públicas. Me ha sorprendido que Spritel, institución afiliada a RedIRIS, se atribuya como mérito propio algo que le es absolutamente ajeno…

No, perdona, en eso hemos sido responsables en IWE. Spritel actúa de gateway a RedIRIS como lo hace a Esa-Irs y otros hosts y servicios también ajenos, y nosotros lo citamos como simples usuarios finales que interactuamos con Spritel.
– Ya, de acuerdo. En cuanto a número de usuarios, el número actual de instituciones afiliadas es de más de 90, de diferentes tamaños y disciplinas, todas ellas del entorno de I+D. En RedIRIS están como usuarias todas las universidades y OPIs. En algún caso figura como institución usuaria una red de alcance regional, como es RICA (Red informática científica de Andalucía) en la zona de Andalucía.

Finalmente, ¿cuáles son las perspectivas de RedIRIS a medio o largo plazo?
– El problema principal reside en la indefinición jurídico‑legal para la organización de la red, así como su financiación en régimen estable. Como dije al principio, la entidad legal de RedIRIS la proporciona Fundesco y los fondos provienen de los presupuestos anuales del Plan Nacional de I+D. La Administración es quién tiene la palabra para decidir cómo quiere seguir adelante. Nosotros, desde Fundesco, estamos dispuestos a seguir colaborando en la medida de lo posible, si así se nos requiere.

José Barberá-Heredia. RedIRIS/Fundesco. Alcalá, 61. 28014 Madrid.
Tel.: +34-1-435 12 14; fax: 578 17 73
Correo electrónico: jose.barbera@rediris.es

C=ES;ADMD=MENSATEX;PRMD=IRIS;O=RedIRIS;S=Barbera;G=Jose

Oye, perdona, antes de irnos una última pregunta: ¿Qué son todas esas letras de tu dirección de correo electrónico?
– He puesto mi dirección en dos formatos. El primero, nombre@dominio.es, es Internet. El segundo es X.400, y en una tarjeta debería ponerse en columna; sin embargo si queréis en IWE podéis poner las diferentes partes separadas por ;, ya que también se puede enviar de esta forma por las líneas. Las siglas corresponden a:

C=Country (ESpaña); ADMD=Administrative management domain, que en España es el servicio Mensatex de Telefónica; PRMD=PRivate management domain; O=Organization; S=Surname o apellido; G=Given name o nombre de pila.

Fotos: Tomàs Baiget


Esta información se publicó en la revista Information World en Español (IWE), n. 5, junio de 1992, pp. 1-3, y 9.