Por Tomàs Baiget
Sedic es una sociedad muy activa que se la ve en muchos frentes tal como lo demuestran estas mismas páginas de IWE; pero dinos más exactamente cuáles son sus objetivos.
– Básicamente es un lugar de encuentro donde los especialistas en Información y Documentación pueden conocerse e intercambiar experiencias y novedades, en un sector que está teniendo un crecimiento y una evolución muy acelerados debido a las nuevas tecnologías.
Desde 1977, Sedic ha tratado de satisfacer los diversos intereses y necesidades de los documentalistas mediante líneas de trabajo tales como:
- Formación continuada, que incluye desde un curso básico ya tradicional y de éxito rotundo, con una duración de 9 meses, hasta cursos de reciclaje de profesionales, profundización en el uso de tecnologías, entrenamiento en métodos de gestión o demostraciones de nuevos productos informáticos aplicados al campo de la documentación.
- Publicaciones, como el boletín bimestral Noticias de la Sedic; suscripción gratuita a la Revista Española de Documentación Científica, editada por el CSIC; Actas de las Jornadas Españolas de Documentación Automatizada; y otras publicaciones auspiciadas por la Fesabid (Federación Española de Sociedades de Archivística, Biblioteconomía y Documentación) como el LIB-2/Update de la Comisión Europea o los Premios Nacionales Fesabid.
- Seminarios y jornadas profesionales, para fomentar la discusión y puesta al día de conocimientos.
- Grupos de trabajo que funcionan sobre varios temas: Economía, Formación, Online, y Salud, y que organizan encuentros, mesas redondas, visitas y viajes profesionales.
- Defensa de los intereses profesionales mediante la participación en asociaciones nacionales e internacionales: Fesabid, IFLA, Eusidic, FID, ECIA, Eblida, etc.
¿Compensa organizar tantas actividades para socios tan atareados?
– Sedic tiene en la actualidad 900 socios y se va acercando al millar. En los últimos años ha tenido un crecimiento espectacular. Esto quiere decir que junto a los viejos rockeros de la documentación se están incorporando profesionales jóvenes con problemas y necesidades de diferente tipo.
Tanto la Junta como los socios que trabajan voluntariamente con nosotros buscamos programar actividades que sean útiles para un abanico amplio de documentalistas y bibliotecarios, que se encuentran en etapas distintas en su camino profesional. En todo caso, aunque como bien dices los socios están muy atareados, conservan en su mayoría la frescura de la curiosidad intelectual por conocer más y mejor las técnicas y herramientas que mejoren su manera de trabajar, y esa actitud es francamente estimulante para todo el colectivo. Puedo decir que nos sentimos recompensados.
¿Crecimiento “espectacular”?
– Pues sí. Las sociedades como Sedic se basan en el tiempo extra que un grupo de profesionales quiere dedicar a los demás. Pero aun así, con unas pocas horas diarias pueden hacerse muchas cosas interesantes y yo creo que ahora estamos recogiendo los frutos de las muchas actividades desarrolladas en los últimos años. Como decía antes, los socios lo agradecen.
En otro orden de cosas, por desgracia no todos los socios tienen trabajo, pero en cualquier caso el crecimiento en el número indica un cierto movimiento en el mercado de trabajo. En Sedic nos preocupa su situación laboral, especialmente la de los contratados; además del programa de formación estamos poniendo en marcha una bolsa de trabajo informatizada para casar demandas y ofertas en las mejores condiciones posibles.
El tipo de profesional que se acerca a Sedic es variopinto, pero haciendo un retrato-robot podría decirse que busca especializarse en Documentación o trabajar en bibliotecas especializadas, usualmente con un cierto bagaje tecnológico y con interés por los temas internacionales.
¿Está Sedic abierta a otras sociedades nacionales e internacionales?
– Con total solidaridad y cooperación. Por ejemplo, Sedic aceptó de buen grado su autodesmembración parcial cuando sus socios catalanes optaron por crear una Sociedad catalana, nuestra colega Socadi.
Pensamos que lo importante de verdad no es el monopolio asociativo, sino el fortalecimiento de la profesión mediante la cooperación y el intercambio de experiencias e ideas, mediante asociaciones eficaces. Por eso también apoyó desde el principio (y fue cofundadora) la creación de Fesabid, que goza de excelente salud y cuya trayectoria ha demostrado que la idea fue buena. La Federación nos permite a las asociaciones miembros mantener la propia independencia y a la vez hacer cosas que cada una por su cuenta no podría o que las haría con menor impacto. Así, el Premio Nacional Fesabid, la incorporación a la federación European Bureau of Library, Information and Documentation Associations (Eblida), o la organización de las III y futuras IV Jornadas Españolas de Documentación Automatizada, son elementos de fortalecimiento de nuestro sector que han sido posibles gracias al trabajo en común en Fesabid.
Sedic además tiene su propia política de contactos institucionales. Así, es miembro del European Council of Information Associations (ECIA), de la European Association of Information Centres (Eusidic), colabora con asociaciones de América Latina, tiene buenas relaciones con escuelas de Biblioteconomía y pretende ampliar sus planes de trabajo con la Comisión Europea.
¿Recibe apoyo por parte de la Administración Pública?
– Sedic siempre ha tenido la fortuna de tener buenas relaciones con organismos e instituciones responsables de las políticas de información y documentación. Hemos gozado de diversas subvenciones, aunque Sedic no vive de las mismas, sino de las cuotas de sus socios y de los ingresos que obtiene de sus actividades.
Antes hablaste de actividades para documentalistas y bibliotecarios. ¿Hay socios bibliotecarios? ¿Qué diferencias ves entre los bibliotecarios y los documentalistas?
– Por supuesto que los hay. Hay muchos puestos de trabajo en los que ambas funciones son desarrolladas por la misma persona.
En cuanto a lo segundo, es la eterna pregunta sobre el sexo de los ángeles, transformada en si el bibliotecario tiene el mismo sexo que el documentalista, es decir, y fuera bromas, si uno y otro son de la misma profesión o quién es más auténtico.
IWE quiere que la presidenta de Sedic se moje en un debate que la propia realidad se está encargando de responder.
Las distancias entre la filosofía tradicional de los manuales biblioteconómicos y la posición de asociaciones como Eusidic, por ejemplo, es cada vez más grande. No se trata sólo de diferencias en los soportes con los que se trabaja ni tampoco el punto de vista con el que se mira al usuario/lector. Es que la presión del medio en el que el documentalista/bibliotecario especializado se desenvuelve es cada vez mayor para que se convierta en un analista y no en un conservacionista. Esa es la gran diferencia que se observa y que se va a agudizar cada vez más. Pienso que los profesionales que van con la cabeza despejada y ganas de acercarse a las demandas del mercado tienen un gran futuro por delante. Claro que, además de su voluntad, necesitan un marco de formación académica y un estímulo socioeconómico también muy diferentes del que han conocido hasta ahora.
Paloma Portela. Sedic. Tel.: +34-1-247 14 43; fax: 541 15 82
CNMV. Tel.: +34-1-585 15 00; fax: 319 33 73
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Esta información se publicó en la newsletter Information World en Español (IWE), n. 8, octubre de 1992, pp. 1, 3-4.