Celebrados respectivamente en septiembre en Barcelona y en noviembre en Madrid, son dos certámenes que abarcan algunos temas de interés para la documentación, como, por ej., el multimedia.
Los ponemos juntos por la coincidencia de sus fechas, pero el equivalente del Simo sería Informat en abril en Barcelona, y el equivalente reducido de Sonimag sería Expomúsica. Igual que éste, que se celebra en años pares, Sonimag ahora será bienal, también en años pares, alternándose con el Funkausstellung de Berlín, que se celebrará los años impares.
Tanto Sonimag como Simo reciben unos 250.000 visitantes.
DCC (Digital Compact Cassette) de Philips
Reúne las ventajas del cassette con las de la grabación digital. Los magnetófonos DCC pueden reproducir cassettes analógicas tradicionales. La calidad es similar a la del CD (disco compacto).
Las cintas DCC vienen protegidas contra las copias ilegales. Las cintas vírgenes sólo se pueden grabar una vez.
El aparato cuesta 100.000 PTA y cada cinta 2.500.
Minidisco de Sony
A finales de año Sony piensa sacar un minidisco óptico de 68 mm para competir frontalmente con las cassettes DCC de Philips. Se acabaron las buenas relaciones entre los dos gigantes, cosa que pagamos los consumidores con más heterogeneidad de soportes aunque, visto desde otro ángulo, también nos da más opciones. El minidisco se venderá a mediados de 1993 a unas 60.000 PTA
PhotoCD de Philips y Kodak
El usuario lleva a revelar los carretes normales de celuloide a una tienda de PhotoCD, recibe las copias en un disco compacto de 12 cm (5″) (el tamaño de los cd-roms y los CDs corrientes), en el que caben 100, y las visualiza en su televisor mediante un lector de PhotoCD. Pueden hacerse encuadres y zooms sobre la imagen. Si se desea, del disco pueden hacerse copias a papel.
Este sistema está ganando mucha popularidad en Europa.
El aparato cuesta 59.000 PTA y cada disco 1.800.
CD-I (disco compacto interactivo) de Philips
Philips ha cedido la norma también a Sony y Matsushita. Discos ópticos de 12 cm. Integran vídeo, gráficos, texto y sonido. Los aparatos lectores cuestan unas 100.000 PTA y pueden reproducir CDs, cd-roms, PhotoCDs y VídeoCDs. Parece que también serán compatibles con la TV de alta definición (HDTV). Los discos CD-I cuestan de 4.000 a 7.000 PTA.
Se ha podido ver el CD-I español 500 años después, dirigido por Sabini, que ha contado con el astronómico presupuesto de 800 millones de pesetas. Se había mostrado ya en la Expo’92 de Sevilla.
Data Discman de SonySe presentó oficialmente en Sonimag. Como ya se ha informado en otras ocasiones, esta creación usa discos de 8 cm en los que caben 200 MB. El aparato lector, que pesa 705 gramos, cuesta 70.000 u 85.000 PTA (con dos discos gratis) según pueda o no reproducir también sonido. Hay ya una treintena de libros españoles editados en este soporte, que cuestan unas 2.500 PTA, por ejemplo, Dicodi.
Casi cabe en la palma de la mano.
En los EUA Sony ha sacado ya el Bookman, con discos de 12 cm y capacidades multimedia, que piensa dirigir especialmente a los profesionales (ejecutivos, etc.).
Los comentaristas prevén un gran futuro tanto a los Discmans como los Bookmans, por lo que los bibliotecarios tendrían que ir reservándoles espacio en las estanterías, así como dinero del presupuesto para los aparatos lectores.
Sony España SA. Sabino de Arana, 42-44. 08028 Barcelona.
Tel.: 900-37 77 77
Simo y los documentalistas
Durante el Simo, la Sociedad Española de Documentación e Información Científica (Sedic) organizó una mesa redonda como ya es tradicional desde hace muchos años.

Amalia Pérez-Ruiz, Concha Álvaro-Bermejo y Paloma Portela-Peñas
Foto: Tomàs Baiget
Esta vez el tema fue Producción y distribución de bases de datos en España, moderado por Paloma Portela-Peñas, presidenta de la Sociedad Española de Documentación e Información Científica (Sedic). Intervinieron: Vicente Madrid, de la Asociación Española de Proveedores de Servicios de Videotex; Amalia Pérez-Ruiz, del Banco Santander; Concha Álvaro-Bermejo, del BOE –que presentó la Asedie–; Gloria Nistal-Rosique, del Ministerio de Administración Pública –que presentó el directorio Reina (REcursos INformáticos de la Administración), con unas 312 bases de datos, tanto bibliográficas como relacionales–; y Roberto Beitia-Bastida, de Spritel, la red telemática del País Vasco.
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Esta información se publicó en la newsletter Information World en Español (IWE), n. 10, diciembre de 1992 – enero de 1993, p. 10.