Por Tomàs Baiget
¿Había pensado usted, amigo lector, que los piratas y ladrones son benefactores de la Humanidad porque ayudan a democratizar y distribuir las propiedades privadas?
Los autores y los documentalistas son muy cortos de miras y de recursos: se dedican a escribir o a recopilar luego no saben difundir sus obras.
¡Nada más cierto!
Los piratas tienen mucha razón en esto. Es un mal generalizado, tanto individual como institucional. Con muchísima frecuencia parece que las personas y las organizaciones queden exhaustas después del parto de sus obras documentales, y luego no les queden fuerzas para difundirlas o comercializarlas debidamente.
Algunos se quedan tan extasiados con la “perfección” de su base de datos, que se quedan esperando que les lleguen los usuarios haciendo largas colas. Pero no nos preocupemos: dejemos que los piratas hagan la difusión por nosotros. Eso sí, firmando ellos. Al fin y al cabo, ¡vaya detalle tonto este de la firma!
¡Abajo la propiedad intelectual!
En términos parecidos a los anteriores pretenden defenderse los amigos de la propiedad intelectual ajena, cuando son acusados por los colegas robados. A raíz de la nota que IWE publicó en portada de su número 34 (mayo de 1995) con el título «Piratean la base de datos de la Coordinadora de Documentación Biomédica»,
https://www.scimagoepi.com/piratean-la-base-de-datos-de-la-coordinadora-de-documentacion-biomedica
que se basaba en pruebas irrefutables sobre este hecho mostradas a nuestra Redacción por los responsables de dicha asociación CDB (Coordinadora de Documentación Biomédica), la empresa implicada, DYPI, nos ha enviado una inefable carta titulada «FB:BioMed y el libre acceso a la información biomédica», de la cual transcribimos estos dos párrafos. No se lo pierdan:
«Un mínimo sentido común permite afirmar que la información no es propiedad de nadie. La ley de propiedad intelectual salvaguarda el acceso a la información; impide que la propiedad intelectual limite el uso de la información, que ha de circular libremente, siendo este uno de los objetivos de la propia ley. Limitar su difusión conlleva una monopolización que nadie puede permitir, menos aún los profesionales de la información. Las ventajas de poder acudir a fuentes diferentes para la obtención de la información son innumerables, pudiéndose destacar que la diversificación implicará un aumento de la calidad”.
( … ) “Existe en todos los ámbitos un amplio abanico de posibilidades para la obtención de la información. FB:BioMed aporta su grano de arena al mundo de la información biomédica».
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Esta información se publicó en la revista Information World en Español (IWE), n. 36, julio-agosto de 1995, p. 14.
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