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Federico Ibáñez Soler, Director General del Libro y Bibliotecas

Por Francisca García-Sicilia

En el anterior número de junio IWE informó de las conclusiones de la Primera Conferencia de Bibliotecarios y Documentalistas Españoles, celebrada en Valencia por convocatoria de las asociaciones profesionales Anabad y Fesabid, con el patrocinio de la Dirección General del Libro y Bibliotecas del Ministerio de Cultura. Su titular, Federico Ibáñez Soler (en la foto), respondió a nuestras preguntas:

¿Qué motivo ha llevado a la DG del Libro y Bibliotecas a promover esta I Conferencia de Bibliotecarios y Documentalistas?
– La preocupación de cómo puede articularse una política bibliotecaria con responsabilidades distribuidas en diversas instituciones.

El Ministerio de Cultura considera que puede actuar de tres formas en diferentes áreas o etapas:

  1. Como catalizador,
  2. Como coordinador, y
  3. Como inversor en programas concretos.

Si la reunión hubiera sido sólo de las Administraciones diversas, sin intervención de los profesionales, la discusión se habría limitado a transferencias, competencias, etc.; con esta Conferencia hemos querido dar un paso más allá. Hemos reunido profesionales representativos del mundo bibliotecario-documentalista de todo el ámbito estatal. Las razones son varias: por un lado son los profesionales los que mejor conocen los problemas con que se encuentran en el desempeño de sus actividades; por otro también son ellos los que conocen –desde una perspectiva distinta a como lo perciben las Administraciones– los problemas y necesidades de los usuarios, y finalmente son colectivos esenciales para armonizar el desarrollo en estados autonómicos como el nuestro: ayudan a fraguar y vertebrar situaciones que las Administraciones, sin su ayuda, tenderían a parcelar.

¿Encontró alguna dificultad a la hora de proponer una reunión de este tipo?
– Quizá el que no existe una única Asociación que reúna a todos los profesionales. Sin embargo he de comentar que ha habido un encomiable esfuerzo en común.
A veces es difícil distinguir el ruido de los mensajes, pero en esta reunión la voz de los profesionales se ha podido oír bien. Es ahora cuando en torno a esos mensajes deben reunirse los responsables administrativos. La DG tiene previsto convocar a una reunión a todos los homólogos autonómicos y debatir las conclusiones que han salido de este encuentro, así como otras que surjan en consecuencia.
El debate se ampliará a otras instituciones concernidas y a partir de ello se verá de establecer un proyecto de interés común a llevar a cabo en un período corto –cuatro años– de política concertada entre Administración y profesionales.
La última etapa sería invertir financieramente con los socios que quieran sumarse al proyecto para, sin renunciar a la política de bibliotecas propia, poder participar en desarrollos de una forma flexible.

Usted ha asistido personalmente a todas las sesiones de este encuentro, que han sido muchas y densas. ¿Cuál es su impresión de los problemas de los bibliotecarios-documentalistas?
– Las intervenciones han sido muy interesantes y enriquecedoras. He percibido un notable deseo de establecer diálogo entre las diversas posturas, sin posiciones maximalistas. Ha sido alentador ver la preocupación que han demostrado los profesionales por no molestar y preferiblemente dar argumentos para sumar a la causa antes que enconar la discusión, a pesar de que en ocasiones apoyaban posturas encontradas. Es una “discusión de familias” donde es evidente que existen más cosas que unen que no que separan.
Lo que se observa claramente, como lo ven los participantes, es que vivimos en una sociedad de la información, con necesidades crecientes, en la cual los expertos en información serán esenciales para el futuro de una sociedad avanzada.
Sin embargo, también me ha parecido que los bibliotecarios-documentalistas no son conscientes de su poder, no sólo como transmisores de información y por su mero poder de compra, sino por la posibilidad que tienen de dirigir la demanda de información. Una biblioteca, y con mayor razón una red de bibliotecas, bien articulada puede hacer que la oferta editorial tenga mayor calidad. Tienen un poder en este sentido mucho mayor que los libreros, kioscos, etc.

¿Qué acciones prevé que puede tomar la DG como resultado de las conclusiones de esta I Conferencia? ¿Podría comentar algo sobre las relaciones entre Ministerio de Cultura y Comunidades Autónomas, hay perspectivas de políticas comunes?
– También en temas como bibliotecas y centros de documentación creo que ha llegado el momento “Maastricht”, el momento del pacto autonómico con una necesidad de redefinición de las actividades del Ministerio de Cultura y de las Comunidades Autónomas como parte de la integración del poder en Europa.
El Ministerio y las Comunidades Autónomas tienen responsabilidades plenas y concurrentes. No es bueno ni eficiente entrar en “carreras autonómicas”; lo ideal sería una coordinación de esfuerzos, evidentemente.
El Ministerio de Cultura no quiere ser un mero constructor de bibliotecas, con una relación con las mismas de casero-inquilino. No es posible que las conversaciones con las bibliotecas se reduzcan a temas como demandas de más construcción o de arreglos de goteras.
Incluso estamos dispuestos a estudiar fórmulas de transferencia de edificios, pero es preciso establecer bases de colaboración más interesantes, considerar temas como servicios a los usuarios, desarrollo de colecciones, status del bibliotecario-documentalista, etc.

¿Con vistas a IFLA’93 de Barcelona habrá un incremento en los presupuestos para apoyo de la infraestructura bibliotecaria?
– No especialmente. En 1992 el presupuesto aprobado ha sido de 1.300 M de PTA. A lo largo del año se inaugurarán cuatro bibliotecas: en Granada, Orihuela, Salamanca y Soria.

¿Cómo podría resumir su impresión de la I Conferencia de Valencia?
– Satisfacción y optimismo provocados por las intervenciones de altísimo nivel y el gran espíritu de comprensión que se ha traslucido a lo largo de la misma.

Ministerio de Cultura, Dirección General del Libro y Bibliotecas. Tel.: +34-1-522 74 26

Entrevista realizada por Francisca García-Sicilia Montero (en la foto de Tomàs Baiget).

Esta información se publicó en la revista Information World en Español (IWE), n. 6, julio de 1992, pp. 1-2.