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Entrevista con Isidro F. Aguillo

Por Tomàs Baiget

El centro de documentación del CSIC, el popular Cindoc, se ha convertido en el nuevo Foco Español y Punto de Sensibilización (NAP), para el programa Impact, de la Comisión de la Unión Europea.

Al frente del mismo se encuentra José Ramón Pérez Álvarez-Ossorio, mientras que la secretaría está ocupada por Isidro Francisco Aguillo Caño (en la foto), un joven biólogo y documentalista que aporta nueva savia e interesantes ideas.

Nos comenta algunas impresiones en un breve diálogo, tras regresar del IDT’94 (Marchés et Industries de l’Information) en París.

¡Hola Isidro! Nos han prevenido de que eres un “trabajador-locomotora”, cosa que nos ha alegrado saber, ya que a nuestro entender estás ocupando un cargo muy importante para promocionar este sector de la información electrónica en España, canalizando la ayuda del Programa Impact. Quisiéramos darte a conocer a los lectores de IWE y que nos cuentes tus primeras impresiones. Para empezar, ¿podrías comentar algo de tu carrera profesional y de tu “background”?
– En primer lugar, gracias por tutearme, puesto que soy poco amigo de formalismos. Respecto de mi experiencia anterior, vengo de la empresa privada, en concreto del sector informático. Durante varios años trabajé en la distribución de productos Apple, con una gran orientación hacia el mercado multimedia. Mi experiencia con los ordenadores Macintosh creo que me permite enfrentarme a la problemática documental con enfoques novedosos y actuales.

Entonces, tu experiencia es un poco ajena al mundo de la documentación…
– Me parece que es una interpretación demasiado restrictiva, puesto que el conocimiento de los recursos informáticos resulta imprescindible hoy en día en las tareas de carácter documental. Además, en realidad llevo ya varios años colaborando con el Cindoc en distintos temas y creo que tengo ya una cierta perspectiva.

¿Cuál piensas que puede ser tu aportación al programa Impact?
– Estoy muy próximo a las inquietudes y necesidades del pequeño y mediano empresario español del sector de la información y documentación electrónicas. He tenido la suerte de desempeñar puestos de gestión empresarial y conozco la responsabilidad asociada a la dirección de equipos productivos, cuyos resultados deben ser medidos en términos de éxito económico. Creo que puedo aportar una visión pragmática y realista, más separada del hacer filantrópico, necesario pero deficitario, que acostumbra a tener la administración pública. Y los programas gestionados desde la Comisión Europea corren a veces este peligro.

En los últimos años las universidades españolas han avanzado mucho tecnológicamente y representan un enorme potencial para la industria de la información electrónica. Hay personal muy bien formado en las nuevas tecnologías y en nuestro país lideran la gran riqueza de aplicaciones para búsqueda de información derivadas del mundo Internet (wais, gophers, www, etc.), sin olvidar catálogos online, correo electrónico, servidores de listas, revistas electrónicas, etc.

¿Cómo ves el aprovechamiento de esos recursos hacia programas comercializadores como Impact?
– Efectivamente, éste es uno de los caballos de batalla de la Comisión, buscar la sinergia entre el sector público, en este caso las universidades, y el privado. Se ha ido avanzando mucho en este sentido en toda Europa y ya hay muchos casos de cooperaciones entre empresas y universidades, subvencionadas por la Comisión. En el IWE de marzo pasado, creo recordar, sacasteis el proyecto Ecimatis, subvencionado por Impact, realizado entre la empresa española BSI Multimedia y la Universidad de Aveiro en Portugal.

Como bien decís, las universidades españolas han dejado de ir por detrás de la industria, y la cooperación empieza a ser muy atractiva para las empresas, especialmente las pymes.

Por mi parte puedo confirmarlo, ya que he sido uno de los miembros de la primera promoción del Máster en Información y Documentación de la Universidad Carlos III de Madrid, lo que me dio la oportunidad única de conocer y tratar con algunos de nuestros mejores expertos en documentación. He de decir con satisfacción que conservo excelentes relaciones con la mayoría de ellos y que espero su colaboración para llevar a buen término las actividades de difusión de Impact.

Ahora que lo comentas, ¿qué tipo de actividades son las que estáis preparando bajo el paraguas de Impact?
– En realidad las actividades van a ser en su mayoría de carácter cooperativo, por lo que espero propuestas para cursos, seminarios y similares en toda España. Tenemos en mente realizar acciones de difusión no sólo sobre los servicios de ECHO (el host online de la Comisión, en Luxemburgo) y otros temas europeos, sino también sobre Internet, cuya importancia aumentará sin cesar en el futuro. Además realizaremos las actividades de apoyo al propio programa Impact y a las empresas españolas que se presenten a los próximos concursos.

Acabas de regresar del IDT de París, ¿qué destacarías de lo que has visto allí?
– En primer lugar, que tenemos todavía un largo camino por delante, incluyendo reforzar nuestra presencia en los foros extranjeros. España tiene ya gran potencial en información electrónica y en cambio su presencia internacional casi no existe. Es cierto que el idioma no-inglés es un handicap para nuestros productos, pero por otro lado cada vez hay más personas que entienden español. Además es una cuestión de imagen.

Es necesario que exista una representación institucional con stand propio y multiplicar por cuatro o cinco el número de españoles que acuden a las ferias. Además, señalar el fuerte compromiso de la Comisión de la Unión Europea hacia la Telemática, la madurez técnica de algunos de los ponentes “políticos” y el interés de la industria europea (fundamentalmente pymes) en participar en el Cuarto Programa Marco. El cd-rom sigue siendo el rey, pero las nuevas redes digitales parecen dispuestas a presentarle una dura batalla en los próximos años.

Para terminar, desde tu perspectiva, ¿cómo calificarías la situación española?
– Quiero aprovechar para ser especialmente crítico. Posiblemente la situación de ciertos sectores sea mejor, pero creo que en el sector información hay mucho que hacer. Ya se ha dicho en otras ocasiones, pero nuestro país continúa resintiéndose del retraso de tantos años de invertir poco en investigación y, en consecuencia, en todo el sistema de apoyo a la misma, que es en definitiva lo que son las bibliotecas, las bases de datos y la información científica.

Si en general no se tiene el hábito de trabajar bien informado, el prurito de hacer estudios realmente novedosos tomándose la molestia de ver primero qué han hecho los otros para no duplicar, etc., nos costará mucho salir de la situación.

Los bibliotecarios y documentalistas también tienen su parte de culpa: frecuentemente construyen torres de marfil (léase, por ej., primorosos catálogos en perfecto formato Marc), y luego se preocupan poco del “marketing”, o sea, de la atracción y de la educación de la gente en el uso de la información.

Yo animaría también a constituir más empresas, valientes para lanzarse a realizar proyectos innovadores.

Isidro F. Aguillo Caño. Cindoc. Joaquín Costa 22
Tel.: +34-1-563 54 62; fax: 564 26 44
Fotos: Tomàs Baiget


Esta información se publicó en la revista Information World en Español (IWE), n. 26, julio-agosto de 1994, pp. 7-8.