Scroll Top

El giro copernicano de los hosts distribuidores de bases de datos

Tomàs Baiget

Por Tomàs Baiget

El fuerte incremento de Internet esta cambiando la concepción de los hosts (servicios online o distribuidores) en los últimos meses.

CompuServe, America Online, Prodigy y todos los demás ordenadores de nueva ola/gran público, empezaron siendo sistemas aislados. Sus usuarios, equipados con un PC, un módem y un programa de comunicaciones –generalmente un programa cliente especial suministrado por cada host–, conectaban a los mismos a través de las redes comerciales –algunos, como CompuServe, cuentan también con redes propias–.

Los distribuidores de bases de datos online están pensando en dar un giro completo al calcetín por su entrada-gateway: ya no ofrecen acceso a Internet desde su ordenador, sino que ofrecen acceso a su host vía Internet

Cuando apareció Internet, los hosts establecieron enlaces con ella para tener así otra vía, adicional, por la cual recibir llamadas de sus usuarios. Más adelante ofrecieron gateways de acceso al ancho mundo de Internet como una opción más de su menú, al lado de las normales de uso de sus servicios y fuentes de información propios.

Pero ahora que Internet esta empezando a ser la vía, están pensando en dar un giro completo al calcetín por su entrada-gateway: ya no ofrecen acceso a Internet desde su ordenador, sino que ofrecen acceso a su host desde Internet.

El giro copernico

Hasta ahora los usuarios conectaban al distribuidor de bases de datos para utilizar sus servicios, básicamente búsquedas bibliográficas, y cuando apareció internet algunos distribuidores daban paso a Internet como algo extra, para navegar por ese nuevo mundo principalmente académico y algunos para ofrecer servicio de correo-e. En 1995 Internet ya ha crecido mucho y ha pasado de ser un “invento curioso” a ser la principal vía de entrada a los distribuidores.

El primero en hacerlo ha sido America Online, pero si Internet sigue al ritmo de crecimiento y perfeccionamiento actual (por ejemplo con sistemas de búsqueda tipo WWW/Netscape y otros, impuestos por la realidad práctica como estándares) es posible que veamos haciendo lo mismo a los demás, y que todos dejen pronto arrinconados sus propios programas cliente de conexión y búsqueda online. ¿Qué sentido tendrá que los usuarios tengan que usar un programa especial para consultar su información y otro programa estándar para el resto de fuentes de Internet? Además, por qué pagar el desarrollo de un programa cliente propio si el estándar universal se reparte gratis?

Por supuesto, nos referimos más bien a los hosts de consumo. Los «pesos pesados» de la ciencia, con bases de datos superestructuradas y servicios muy especializados como Knigth Ridder, ESA-IRS, STN o Questel, quedan de momento al margen de cuanto decimos. Suponemos que si un día llegan a tener en texto completo todo lo que ahora tienen sólo como referencia bibliográfica, ellos también tendrán que pensarlo. Lo que no sabemos es si esos futuros hosts serán los citados heritage, por haber sido capaces de evolucionar, o serán otros nuevos. Los hosts «gran público» no ocultan sus intenciones de arrebatarles a la corta muchos de sus usuarios «profesionales». De entre los clásicos, algunos, como FT Profile y Maid, con textos completos y temática tanto «profesional» como «gran público», parece que tendrían más fácil la migración de host a servicio online de Internet. Sin embargo tenemos que puntualizar que los programas citados, tipo Netscape, de momento son sólo browsers (desbrozadores, hojeadores o navegadores, enlazan de un lugar a otro por Internet), lo cual no es poca cosa. Se adaptan bien a los usuales textos completos cortos –o largos, pero tratados sólo a nivel de títulos– que se encuentran en las webs. Para poder gestionar bases de datos grandes y realizar búsquedas retrospectivas sobre millones de páginas, deberán enriquecerse en el futuro con motores de búsqueda mucho más potentes y herramientas de selección más sofisticadas, como por ejemplo análisis de frecuencias de aparición de términos y ordenación por relevancia de los correspondientes documentos.

¿Servicios online o distribuidores?
Últimamente se observa cómo se usan menos las palabras «host» y «distribuidor» y se prefiere hablar de «servicio online», término que algunas veces se había usado para referirse a los centros intermediarios que tienen un servicio de consultas con acceso online a bases de datos. Con el advenimiento tanto de la informática como de la información distribuidas, las dos palabras, que implican una centralización de tareas, pierden su sentido. Igualmente, «servicio» engloba no solamente las bases de datos sino también el correo electrónico, las teleconferencias, etc.

Esta información se publicó en la revista Information World en Español (IWE), n. 36, julio-agosto de 1995, pp. 5-6.