En el Financial Times del martes 22 de febrero de 1994, pág. 18 (edición europea), hay un artículo titulado “Progreso a partir del caos” en el que sus autores explican que los EUA están reafirmando su liderazgo en las tecnologías avanzadas.
Sostienen que este papel estadounidense se refuerza gracias a tres componentes:
- Competitividad de las telecomunicaciones (el mercado es libre y anti-monopolios).
- Uso de PCs, muchos de ellos con conexión a redes.
- Cultura empresarial para combinar ideas y capital, al estilo que prolifera en el Silicon Valley, por ejemplo.
El último párrafo dice:
“La mayor ventaja que tienen los fabricantes de tecnologías avanzadas norteamericanos, sin embargo, es que las tendencias tecnológicas se fijan en su propio país. Así ha sido desde siempre en hardware y software, y cada vez lo es más en telecomunicaciones y hasta en electrónica de consumo. Y más importante aún es el hecho de que los EUA lideran al resto del mundo en las aplicaciones en las que convergen y se integran esas tecnologías”.
Dónde está la respuesta Europea
También en el FT, en el del día anterior, p. 15, hay un artículo sobre la “Superautopista europea de la información”, en cuyo primer párrafo se lee:
“Si la Comisión Europea tiene actualmente una buena idea, ésta es sin duda la de las redes trans-europeas. Las magullantes luchas que tuvieron lugar para ratificar el tratado de Maastricht y el casi-colapso de los mecanismos de intercambio el año pasado, han dado un duro golpe al curso de la unión monetaria.
Pero por Bruselas, docenas de eurócratas están construyendo lentamente el siguiente ambicioso programa de la integración europea: un plan para desarrollar redes de transporte, energía y telecomunicaciones por todo el continente”.
El artículo termina diciendo:
“Los estados europeos tendrán que superar las dudas y comprometerse abiertamente a trabajar juntos a escala continental”.
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Esta información se publicó en la revista Information World en Español (IWE), n. 24, mayo de 1994, pp. 6-7.