Por Tomàs Baiget
Es conocido que para poder enviar datos digitales (bits), que son los que usan los ordenadores, a través de redes analógicas, que son las que usamos –por el momento– los humanos para transmitir nuestra voz, se precisan modems –palabra contracción de modulador-demodulador– que son unos aparatos que convierten la información de forma digital (impulsos eléctricos de forma cuadrada) a analógica (señales de formas sinusoidales) y viceversa.

Este es el caso, p. ej., cuando desde un PC o terminal conectado a un teléfono se quiere llegar a un distribuidor de bases de datos online, usando la red telefónica conmutada (RTC) –que por cierto, desde un tiempo a esta parte Telefónica denomina red telefónica básica (RTB)– o cuando conectamos a un servicio de videotex. Sin la transformación que realiza el modem, los bits no llegarían muy lejos (la distancia que pueden recorrer depende de la capacidad del cable).
Sin embargo, existe la errónea creencia –según hemos observado, muy extendida– de que los modems no son necesarios cuando se quieren transmitir datos a través de las redes especiales para transmisión de datos, como p. ej. Iberpac.
En esas redes, que usan mayoritariamente aún la tecnología de conmutación de paquetes (v. IWE-26, pp. 16, 18-20),
https://www.scimagoepi.com/la-movida-de-las-telecomunicaciones
también hay que emplear modems, exactamente por las mismas razones explicadas. La conexión de los abonados a Iberpac mediante una “línea alquilada” o “un circuito punto a punto” –la distinción entre línea y circuito tiene matices que no vale la pena comentar aquí– se hace mediante cables de cobre, dos hilos paralelos como los del teléfono que llega a nuestras casas. Si las señales eléctricas digitales no se convierten en analógicas mediante un modem, no pueden transmitirse por este medio físico de los dos hilos de cobre. Son modems distintos (generalmente de protocolo o norma V.29, para trabajar a 9.600 bits por seg. o 9,6 Kbps), pero modems al fin y al cabo.
Las redes digitales de circuitos integrados (RDSI), que actualmente funcionan hasta 64 Kbps en el llamado servicio 2B+D (2 circuitos de 64 Kbps + 1 circuito de señalización o control), hacen llegar hasta el domicilio de los abonados los mismos 4 hilos de cobre paralelos (o sea, 2 pares telefónicos).
En este caso se usa una especie de modem (hablando en propiedad no lo es) que actúa de codificador/decodificador y se llama adaptador de terminal.
Digamos finalmente que hay un tipo de transmisión de datos llamado transmisión en banda base, usado en distancias cortas, generalmente a través de cables de gran capacidad coaxiales o de fibras ópticas (aunque también puede usarse sobre un par de hilos de cobre), sin modem o con un dispositivo adaptador llamado modem de banda base, más sencillo que los modems usuales. En redes locales (local area networks, LAN), p. ej. Ethernet, se usa esta transmisión en banda base, con velocidades usuales de 100 Mbps.
Así pues, aparte de estos últimos casos de distancias relativamente cortas, los modems o conversores digital/analógico pueden considerarse siempre imprescindibles.
—
Esta información se publicó en la revista Information World en Español (IWE), n. 30, diciembre de 1994, pp. 28-29.
- Volver a la página principal de Information World en Español (IWE):
https://www.scimagoepi.com/information-world-en-espanol-iwe