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La Infobahn

Es difícil actualmente encontrar palabras alemanas en nuestra profesión, fuera de Alemania. Así, sin dominar ese idioma y que recordemos, sólo podríamos traer a la memoria, desde viejos libros de documentación, aquella famosa publicación de resúmenes de química Chemische Zentralblatt, que hace unas décadas sucumbió frente a Chemical Abstracts, o los Physikalische Berichte que lo están haciendo ahora frente a Inspec. Quizá como consecuencia de mirar recientemente algún folleto, recordaríamos también el Bildschirmtext, el videotex estatal alemán, que sigue la misma norma Cept1 que el Ibertex español, y algunos buenos datenbanken, que con mayores o menores problemas económicos sobreviven, como Beilstein (información sobre reacciones de química orgánica), Gmelin (información sobre reacciones de química inorgánica), y algunos otros de uso muy especializado. Lo hemos dicho ya varias veces desde estas páginas, pero, cuanto menos, en el ámbito científico-técnico el inglés arrasa.

Sin embargo, no sabemos si la cosa viene ahora del comisionado para la Industria y las Telecomunicaciones Martin Bangemann (en la foto),  qué, pero lo cierto es que curiosamente se ve con cierta frecuencia en la prensa de los EUA el uso de Infobahn para referirse a la versión europea del “invento” norteamericano de las autopistas de la información.

El mismo Wall Street Journal del 3 de junio, citado por el boletín electrónico Edupage, habla de las Infobahn como la solución que el presidente Jacques Delors ve para aliviar el paro crónico europeo, cifrado ahora en 20 millones de personas.

 



Esta información se publicó en la revista Information World en Español (IWE), n. 26, julio-agosto de 1994, p. 10.