Por Tomàs Baiget (en la foto)
La transmisión de datos entre los terminales y los hosts que almacenan bases de datos se realiza usualmente (al menos en parte) a través de las redes de conmutación de paquetes como Iberpac, Sprintnet, Internet, etc.: cuando los bytes o caracteres de información llegan uno a uno desde los terminales hasta la red, se empaquetan en grupos de 128, se les añade una cabecera con el número del paquete, de dónde vienen y a dónde van, y así circulan por las redes hasta llegar a su destino.

Un mensaje compuesto de los paquetes p1 y p2 se divide por las rutas y nodos que están más libres, pero llegan a su destino de forma ordenada.
A menudo, paquetes de una misma llamada circulan por líneas distintas, o por el contrario, comparten la línea con paquetes pertenecientes a otras comunicaciones (el paso de varias llamadas por una misma línea se llama multiplexación). En su trayecto hasta el destino final, los paquetes pasan por diversos ordenadores de comunicaciones o nodos de la red, que van controlando si llegan correctamente, dando un visto bueno al nodo anterior o pidiéndole que vuelva a enviar el paquete otra vez. Además de este control de errores, los nodos regulan el tráfico direccionando los paquetes por las líneas menos cargadas o reteniéndolos si no hay líneas libres. Los nodos se envían los paquetes de uno a otro según un reloj que sincronizan entre ellos, de modo que el nodo receptor sabe en todo momento cuándo tiene que empezar a leer el primer carácter del paquete que le llega. Este tipo de transmisión se llama síncrona.
Al final, todos los paquetes ensamblados en el orden correcto llegan al receptor, que lee el mensaje sin sospechar que ha sido roto en tantos pedazos, y que quizá unas frases han viajado por satélite y otras han circulado por un cable submarino.
Pues bien, cuando ya teníamos este concepto asimilado, tratándose de tecnologías inventadas en los años 70s (la primera red que funcionó con conmutación de paquetes fue Arpanet en 1969, el protocolo X.25 del CCITT es de 1976 y el tcp/ip de Internet se desarrolló entre 1974 y 1983), desde hace un tiempo se está hablando y discutiendo mucho de ATM. Lo traemos a estas páginas de IWE porque una vez más se trata de un concepto que aunque no es objeto directo del trabajo en Documentación, el documentalista lo puede encontrar ahora ya con cierta frecuencia en sus lecturas profesionales como usuario de las redes de transmisión de datos.
Qué es ATM
Asynchronous transfer mode o modo de transferencia asíncrono es una tecnología de transmisión de datos basada en la conmutación de paquetes y en la multiplexación, y pensada para circuitos de banda ancha (gran capacidad = bajo nivel de errores = velocidades altas).
Nota: ATM es también una sigla inglesa muy conocida como Automatic Teller Machine (cajero automático), que no tiene nada que ver, evidentemente.
El CCITT (Comité consultivo internacional de telegrafía y telefonía) lo concibió para las futuras redes RDSI (redes digitales de servicios integrados) en inglés ISDN, pero gracias a su gran versatilidad se ha empezado a utilizar mucho antes.
La conmutación de paquetes clásica se usa en velocidades “bajas” de hasta 64 Kb/s. Para velocidades hasta 45 megabits/seg se usa una tecnología intermedia llamada frame relay o retransmisión de tramas. ATM permite también esas velocidades pero su máximo interés está en las velocidades más altas, de hasta 622 Mb/s (e incluso superiores), que puede gestionar.
Funcionamiento
Cuando los bytes entran en la red ATM, se compartimentan en paquetes o células de 48 bytes, a los que se añade una cabecera de 5 bytes de identificación de la llamada a la que pertenece. En total, pues, 53 bytes. Las células se transmiten pasando de nodo a nodo de una forma más flexible y dinámica que en la conmutación de paquetes, aprovechándose así mucho mejor los recursos informáticos.
En la conmutación de paquetes los nodos los retienen para contar los bits y controlar posibles errores, lo cual hace la transmisión muy lenta, y sobre todo produce indeseables retrasos que hacen a esta tecnología inutilizable en la transmisión de audio y vídeo en tiempo real [la conmutación de paquetes es una tecnología variable bit rate (VBR)].
Basándose en la mayor calidad de las nuevas líneas coaxiales y de fibra óptica, ATM omite este control nodo a nodo y sólo controla los errores en destino, a la recepción de las células. ATM es un sistema de flujo constante de bits (constant bit rate o CBR), lo que unido a las altas velocidades le abre una inmensa cantidad de aplicaciones multimedia, envío rápido de artículos facsímil, videoconferencia, servicio de vídeos solicitados, interconexión de redes de área local (LANs) a través de las redes públicas de datos, etc.
ATM de cara al futuro
La fiebre de hoy día por ATM queda demostrada por las conferencias y cursos que se están organizando (dirigidos a informáticos e ingenieros de telecomunicaciones), como por ejemplo:
30 de noviembre-2 de diciembre de 1993
ATM 1993 Conference
Amsterdam (Holanda)
CMP intl. conferences, 14 rue de Bassano, 75116 Paris.
Tel.: +33-1-47 23 34 22; fax: 49 52 07 56. Coste: 7.050 FF.
8-9 de diciembre de 1993 (Londres)
24-25 de enero de 1994 (Ginebra)
ATM in theory and practice, Course.
Technology Appraisals Ltd., 82 Hampton Rd., Twickenham, Middlesex TW2 5QS.
Tel.: +44-81-893 39 86; fax: 744 11 49. Coste: 816,63 £.
ATM es una tecnología comodín que puede compaginar la conmutación de circuitos (telefonía actual), la conmutación de paquetes y la conmutación de canales (circuitos de alta capacidad) y que, por tanto, permite pasar gradualmente y sin riesgos en las inversiones, de las tecnologías actuales a la incipiente rdsi.
En España, Telefónica ya tiene algunos circuitos ATM en experimentación, pero aún no ha homologado la tecnología.
Se prevé que ATM tendrá un gran desarrollo pero coexistirá con las otras tecnologías y normas al menos durante unos años.
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Esta información se publicó en la revista Information World en Español (IWE), n. 19, noviembre de 1993, pp. 17-18.