Por varios motivos últimamente ha sido noticia la Asociación de TItulados Universitarios en Documentación y Biblioteconomía (ADAB): modificación en el nombre y estructura de la asociación, elección unánime de una nueva Comisión de Gobierno, declaración de principios de actuación de ADAB, solicitud de ingreso en Fesabid… Hoy entrevistamos a su presidente, Carlos Castro Castro.
¿Cuándo y por qué nace la ADAB?
– Fue en 1986, con el objetivo fundamental de defender los intereses de los recién estrenados diplomados en Biblioteconomía y Documentación, así como el derecho a la información. De hecho, en la declaración de principios de actuación de la ADAB , defendemos que
“el derecho a la información es la capacidad real de los ciudadanos de poder conocer la producción del intelecto humano, con independencia del soporte o medio de transmisión de la misma. Asegurar ese derecho es responsabilidad del Estado”.
¿Desde qué posiciones cree la ADAB que se puede garantizar este derecho a la información?
– También esto ha quedado reflejado en nuestra declaración de principios, donde claramente vinculamos el derecho a la información a la existencia de profesionales cualificados, poniendo de manifiesto que aunque la labor llevada a cabo por los profesionales de la información que sólo pudieron realizar una formación autodidacta, al no existir los títulos actuales, resulta encomiable y digna de elogio, la formación mínima imprescindible para el desarrollo de una actividad profesional en materia de gestión de información es adquirida en la Universidad, y en España concretamente, a través de las titulaciones oficiales de Diplomado en Biblioteconomía y Documentación y Licenciado en Documentación.
Bueno ¿y quiénes forman la ADAB?
– En la actualidad la ADAB está formada por casi mil cien miembros, en su mayoría estudiantes y diplomados en Biblioteconomía y Documentación, así como profesores universitarios de estas materias, con unos focos de desarrollo principalmente en torno a los lugares donde se desarrollan estudios de Biblioteconomía y Documentación.
Tras haberse aprobado oficialmente el título de Licenciado en Documentación, la ADAB aprobó en asamblea abrir sus puertas a estudiantes, licenciados y profesores de la Licenciatura en Documentación impartida en cualquier universidad española.
¿Qué oferta la ADAB a sus asociados y al mundo profesional en general?
– Promover la colaboración franca con todos los profesionales de la información actualmente en ejercicio;
– Actualizar la formación de los profesionales de la información a través de nuestros Cuadernos, Boletín y el sistema formativo de ADAB.
-Velar por el mantenimiento y mejora de la calidad en la formación de nuevos profesionales.
-Considerar como un problema colectivo los bajos niveles de calidad de vida que están obteniendo los profesionales de la información, por nivel salarial, estabilidad profesional y consideración social, y acercarlos a los niveles de consideración profesional que disfrutan otros de igual nivel formativo.
La defensa de estos objetivos debe llevar implícita una cierta colaboración y apertura a toda la comunidad profesional. ¿Qué relación mantiene ADAB con las otras asociaciones del mismo ámbito?
– En la última asamblea de ADAB se decidió solicitar el ingreso en Fesabid , convirtiendo así en un acuerdo un deseo presente en el espíritu de la asociación desde hace mucho tiempo. En estrecha relación con este asunto se encuentra la conversión o no de ADAB en un colegio profesional, decisión que estará condicionada por el nivel de integración y participación que el colectivo obtenga dentro del mundo profesional. En cualquier caso, somos conscientes de la cierta mala imagen que la opinión pública tiene con respecto a determinados sectores profesionales.
En ese sentido no seremos nosotros quienes abramos una nueva batalla que empeore aún más dicha imagen, pero no renunciaremos a ningún derecho legítimo, sobre todo si las respuestas no están acordes con la generosidad que sería deseable.
Y en una Europa ya casi sin fronteras, ¿qué se piensa, desde la ADAB, sobre la colaboración internacional? ¿Tenéis alguna iniciativa?
– En la Europa sin fronteras los diplomados y licenciados en Documentación salen a todas luces beneficiados, puesto que disponen de un título equiparable al existente en los países de nuestro entorno, y se encuentran con una profesión que desde hace mucho tiempo está articulada en torno a títulos semejantes. Un avance en ese sentido es el caso catalán, donde los titulados no son cuestionados por profesionales que en su mayoría son también titulados.
Con respecto a planes de colaboración concretos, estamos a la espera de ver cómo se materializa una interesantísima propuesta que, con motivo de las últimas Jornades Catalanes de Documentació, nos lanzó Tomasso Giordano (en la foto) presidente de la Associazione Italiana Biblioteche (AIB), a los representantes de asociaciones allí presentes. La propuesta consistía en solicitar de manera conjunta una acción especial de la Comisión Europea para la formación complementaria en tecnología de la información de los profesionales de la información del Sur de Europa. Dicha iniciativa permitiría el desarrollo de actividades conjuntas entre profesionales de países con problemáticas similares. Esperamos que sea definitivamente puesta en marcha por quienes allí se comprometieron a materializarla. Si transcurrido algún tiempo más, esto no fuera así, nosotros mismos tomaríamos la iniciativa.
Ciñéndonos al año pasado, ¿estáis consiguiendo de verdad los objetivos que os marcáis?
– El balance más importante del año pasado es que ADAB se ha analizado a sí misma y se ha encontrado sentido. Es por ello que nos hemos empeñado en fortalecer una estructura asociativa capaz de hacer frente a los numerosos retos que tenemos planteados. El fundamental es que en el plazo de tres o cuatro años, lo que tarden en egresar los primeros licenciados en Documentación, hayamos sido capaces de crear un sitio digno para los diplomados en Biblioteconomía y Documentación y un ámbito de trabajo para los licenciados en Documentación. Todo ello gracias a una actividad que ya se ha iniciado, en forma de la consolidación de Cuadernos con la aparición de tres de sus números, con la definitiva regularización del Boletín Informativo y con la realización de un total de 15 cursos de formación, así como la preparación de una serie de actividades que comenzarán a ver la luz en los primeros meses de 1993.
En este momento el activo más importante de ADAB es disponer de un equipo de más de treinta personas implicadas directamente en la dirección y ejecución de los distintos proyectos puestos en marcha.
¿De qué manera se financia la ADAB? ¿Recibís algún tipo de subvención o de ayuda por parte de la Administración pública?
– ADAB ha cometido un fallo estratégico a lo largo de su historia, que ha sido autofinanciar todas sus actividades sin recurrir a ningún tipo de subvenciones. El hecho de disponer de un amplio número de socios nos ha permitido sobrevivir sin ayudas externas. Pero no creemos en este momento que ese sea el método mejor de cara al futuro. En ese sentido, y como directriz de actuación, se ha propuesto recurrir a ayudas externas frente a la autofinanciación.
De cara al año 1993, ¿cuáles son los más inminentes planes de futuro de la ADAB?
– El plan de futuro más importante de ADAB es conseguir una sensibilización de la opinión pública sobre la importancia de la información como factor de desarrollo en una sociedad postindustrial, y el papel central que en ese desarrollo tienen los profesionales dedicados a la gestión de información.
La historia nos enseña que el siglo XVI le cambió la cara al mundo, y sin embargo los bibliotecarios de finales del siglo XV no fueron capaces de prever las consecuencias sociopolíticas del invento de la imprenta. En el umbral del milenio existe una serie de tecnologías que con toda seguridad van a revolucionar los modos de desarrollo del intelecto humano. Nosotros somos conscientes de ser la generación a la que nos ha tocado vivir ese cambio. Nuestro empeño será que dichas tecnologías sirvan para que el salto sea a una sociedad más justa e igualitaria.
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Esta información se publicó en la newsletter Information World en Español (IWE), n. 11, febrero de 1993, pp. 12-13.