1er CoDi, Ourense, Universidade de Vigo, 12-14 de marzo de 2025
La idea de organizar un congreso sobre divulgación y transferencia de la ciencia se originó durante una buena comida (las grandes ideas suelen surgir en estas ocasiones, sobre todo si acompaña un buen vino).
El viernes 20 de octubre de 2023 Roxana y yo habíamos tenido el privilegio de ofrecer una charla al prestigioso Grupo Novos Medios, de la Universidad de Santiago de Compostela, invitados por Xosé López García.
Como tenemos la suerte de haber disfrutado varias veces de Santiago, el sábado quisimos hacer una visita de un solo día (el domingo ya nos marchábamos de Galicia) a Ourense, ciudad que conocíamos solo de pasada.
Por la mañana hicimos el recorrido turístico: el puente romano (está a unos 10 minutos andando de la estación del tren) y el impresionante puente del Milenio, que tiene unas escaleras para subir arriba. Luego el Parque de San Lázaro, donde empieza la calle del Paseo, donde están todas las tiendas de moda, y al final llegamos a la zona vieja: la catedral, la plaza del Concello (ayuntamiento), las Burgas, donde mana el agua termal que dio origen a la ciudad…

Puente del Milenio

Concello

Las Burgas
José Rúas Araújo (en la foto), profesor de la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación de la Universidade de Vigo, y su esposa Esther nos habían invitado a comer en el restaurante Pingallo (Rúa San Miguel, 4, 32005 Ourense). Aún recuerdo aquella bendición de comida: revuelto de algas y erizo, y jarrete, filloas de nata…. Y un mencía de la Ribeira Sacra.
Y así, en un buen ambiente de compañía, comida y de bebida, José sacó la idea:
-Oye, ¿porque en EPI no organizáis un congreso sobre transferencia?
Roxana y yo nos quedamos algo perplejos: sí, acabábamos de empezar a publicar la revista Infonomy, pensada para la divulgación científica, pero un congreso representaba sobrecargar más nuestra agenda y sobre todo salir de nuestra familiar y cómoda parcela de la publicación científica. Significaría dirigirnos a una audiencia mucho más amplia: gabinetes de prensa, unidades de divulgación de las universidades, fundaciones, oficinas de transferencia de tecnología y patentes… Bueno, una parte, la de Comunicación, sí coincidía…
Estuvimos de acuerdo todos en que el momento era muy apropiado, pues desde todos los estamentos relacionados con la ciencia (agencias de evaluación, financiadores, fundaciones…) se estaba promocionando cada vez más la idea de que no solo se debían difundir los resultados de la investigación entre los colegas sino también al público. Si bien existen las OTRIs (Oficinas de Transferencia de Resultados de Investigación) desde finales de 1988 para la transferencia de las tecnologías a las empresas, la idea de transferir conocimientos a la ciudadanía y el concepto de “ciencia ciudadana” ha sido mucho más reciente. La Comisión Nacional Evaluadora de la Actividad Investigadora (CNEAI) instauró el Sexenio de Transferencia en noviembre de 2018.
En ese momento no decidimos nada concreto, pero en los días siguientes lo fuimos comentando con Javier Guallar, Xosé López García, Francisco Campos, Javier García Marco, Isabel Olea, Cristóbal Urbano, Félix de Moya…, y a todos les pareció muy buena idea. Félix propuso complementarlo con el Impacto social de la ciencia, algo muy lógico, pues no solo debemos tratar los métodos de divulgar y transferir sino también las formas de medir su eficacia.
Así quedó fijado el nombre: Congreso Internacional sobre Divulgación, Transferencia e Impacto Social de la Ciencia (abreviado CoDi), y solicitamos al profesor de la Universitat Politècnica de València Moisés Mañas Carbonell (en la foto) que nos diseñara un logo con los colores verde y azul. Queríamos que se distinguiera del rojo que caracteriza a Ediciones Profesionales de la Información y al granate de CRECS, y que se pareciera al azul que habíamos adoptado para la revista Infonomy. El verde nos parece un color ecológico y representa la esperanza en el futuro. El artista valenciano realizó varios modelos, describiendo así el que elegimos:
“Representa una forma flexible, en movimiento, como un moebius, que parece que se enreda en sí misma y tiene dos caras complementarias (verde y azul)”.
Intentamos organizar el primer CoDi en la Universidad de Zaragoza, como sitio más céntrico, equidistante ente Madrid y Barcelona, pero surgieron dificultades varias –un primer congreso siempre es difícil–. Entonces volvimos al origen:
– “José Rúas ¿cómo verías organizar el CoDi en la Universidade de Vigo?”
José lo consultó y obtuvo muy buena acogida por parte de la muy eficaz y dinámica Vicerrectora de Comunicación y Relaciones Institucionales Mónica Valderrama Santomé (en la foto). La Universidade de Vigo tiene campus en Vigo y en Ourense. Ante la disyuntiva de celebrarlo en Vigo o en Ourense, al final se decidió la segunda ciudad.
Ourense tenía el handicap psicológico de “estar muy lejos”, pero la verdad es que ahora está solo a 2 horas de Madrid en un cómodo AVE desde la estación de Chamartín. Por otro lado tenía el atractivo de ser, inmerecidamente, poco conocida.
Publicada la llamada de comunicaciones (la call for papers) tuvimos que aclarar a varios autores que el CoDi no era para divulgar resultados científicos (para eso están los congresos de cada disciplina) sino para exponer y discutir métodos de divulgación.
El congreso se celebró en el Edificio de Ferro, donde se ubican las facultades de Historia y Ciencias de la Educación.
Asistieron 110 personas.
Consulte aquí el Programa, las ponencias, comunicaciones, posters y actividades.
Tomàs Baiget